Las cosas del comer y del beber
Puré perfecto
1.
Cocerás la papa correctamente. La papa se hierve entera y con piel,
para que pierda menos almidón y nos de un puré más cremoso. Es conveniente colocar
el tubérculo dentro del agua fría y agregar algo de sal. A partir de la ebullición,
contá de veinte a cuarenta minutos (dependiendo del tamaño de la papa) y
comprobá que se haya completado la cocción pinchándola con un cuchillo.
2. La pisarás cuando todavía esté caliente. Hacerle un tajo sobre toda la superficie de la piel antes de hervirla, hará la tarea de pelarla mucho más fácil una vez que esté cocida. Es importante que conserve su temperatura a la hora de pisarla, para que el puré no quede grumoso.
3. No caerás en la tentación de la procesadora. Podés pisar tu papa con un machacador, un pisa papas clásico o, incluso, un tenedor. Nunca –pero nunca- con una batidora o procesadora: las cuchillas romperán las moléculas de almidón y el puré quedará como una pasta pegajosa.
4. Agregarás manteca fría. Con tu papa todavía caliente, sumale la manteca cortada en trozos y fría. Eso hará que se mantenga mejor su sabor.
5. En cambio, la leche la agregarás caliente. Por regla general, no incorpores ningún líquido frío. La leche debe estar a una buena temperatura para que las papas la absorban y todos los ingredientes se integren correctamente.
6. Harás todo lo que esté a tu alcance para obtener un puré esponjoso. Un buen tip para lograrlo es añadirle una clara de huevo batida a punto nieve.
7. No dejarás los condimentos para el final. Uno de los errores más frecuentes es el de agregar sal, nuez moscada, pimienta, ajo -o lo que sea que elijas para saborizar tu puré- minutos antes de servirlo. Una idea mejor es infusionar los condimentos en la leche caliente y después incorporar el líquido especiado a las papas.
8. Prepararás el puré de papas a último momento. Es una de las comidas que saben muchísimo mejor cuando se sirven apenas minutos después de preparadas. Pero como sabemos que eso no siempre es posible….
9. Lo conservarás correctamente. Si el puré ya está listo pero todavía no llegaron los invitados, colocalo a baño maría suave: montá la olla en la que preparaste el puré sobre otra con agua hirviendo. Tapá el puré con papel film, quitándoselo para revolver cada 20 minutos. Si es necesario, agregá pequeñas cantidades de leche caliente.
10. Le darás tu toque personal. Para lucirte en la cocina, vas a tener que desafiar constantemente tu creatividad. Si querés darle un terminado perfecto a tu puré, servilo con un topping que te encante. ¿Algunas ideas? Trocitos de panceta salteados, una mezcla de tus quesos favoritos, salsa gravy, ciboulette picado, etc.
2. La pisarás cuando todavía esté caliente. Hacerle un tajo sobre toda la superficie de la piel antes de hervirla, hará la tarea de pelarla mucho más fácil una vez que esté cocida. Es importante que conserve su temperatura a la hora de pisarla, para que el puré no quede grumoso.
3. No caerás en la tentación de la procesadora. Podés pisar tu papa con un machacador, un pisa papas clásico o, incluso, un tenedor. Nunca –pero nunca- con una batidora o procesadora: las cuchillas romperán las moléculas de almidón y el puré quedará como una pasta pegajosa.
4. Agregarás manteca fría. Con tu papa todavía caliente, sumale la manteca cortada en trozos y fría. Eso hará que se mantenga mejor su sabor.
5. En cambio, la leche la agregarás caliente. Por regla general, no incorpores ningún líquido frío. La leche debe estar a una buena temperatura para que las papas la absorban y todos los ingredientes se integren correctamente.
6. Harás todo lo que esté a tu alcance para obtener un puré esponjoso. Un buen tip para lograrlo es añadirle una clara de huevo batida a punto nieve.
7. No dejarás los condimentos para el final. Uno de los errores más frecuentes es el de agregar sal, nuez moscada, pimienta, ajo -o lo que sea que elijas para saborizar tu puré- minutos antes de servirlo. Una idea mejor es infusionar los condimentos en la leche caliente y después incorporar el líquido especiado a las papas.
8. Prepararás el puré de papas a último momento. Es una de las comidas que saben muchísimo mejor cuando se sirven apenas minutos después de preparadas. Pero como sabemos que eso no siempre es posible….
9. Lo conservarás correctamente. Si el puré ya está listo pero todavía no llegaron los invitados, colocalo a baño maría suave: montá la olla en la que preparaste el puré sobre otra con agua hirviendo. Tapá el puré con papel film, quitándoselo para revolver cada 20 minutos. Si es necesario, agregá pequeñas cantidades de leche caliente.
10. Le darás tu toque personal. Para lucirte en la cocina, vas a tener que desafiar constantemente tu creatividad. Si querés darle un terminado perfecto a tu puré, servilo con un topping que te encante. ¿Algunas ideas? Trocitos de panceta salteados, una mezcla de tus quesos favoritos, salsa gravy, ciboulette picado, etc.
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