martes, 4 de agosto de 2015

Sabrina Corgatelli, cazadora despiadada y repudiada

Flora y fauna
Sabrina Corgatelli, cazadora despiadada y repudiada
Las fotos de una cazadora desatan ola de repudio en las redes sociales
Los cazadores de grandes animales no están muy bien vistos últimamente, y desde que el dentista estadounidense Walter Palmer mató en África al león Cecil en una cacería presuntamente ilegal, una ola de repudio y agravio ha recorrido las redes sociales en rechazo a la práctica de la caza.
En épocas ancestrales el cazador era el héroe, la figura de acción y poder que proveía el necesario alimento a la comunidad. Pero desde hace siglos esa práctica ha dejado de ser generalizada y, en realidad, desde hace bastante tiempo la caza de grandes animales es más bien un deporte de los ricos y los poderosos, de los que tienen el dinero para pagar por un derroche mayor de adrenalina que se sella con la muerte y exhibición del trofeo: la presa a los pies del cazador.
Así, la caza deportiva ha sido fuertemente criticada por ser considerada una forma innecesaria, violenta y brutal de entretenimiento (así lo considera, por ejemplo, la organización PETA), aunque hay también quien contraataca diciendo que resulta un tanto insólito que se rechace a quien dispara con su rifle contra un animal en África mientras a escala social el ingente consumo de carne produce la crianza y sacrificio en condiciones escandalosas de millones de animales.
Un reportaje de la radio pública NPR explora el asunto de la caza deportiva de ‘presas trofeo’ y pone luz en varios de sus ángulos y consideraciones.
Pero el debate no es sobre ser o no ser carnívoro, ni sobre si sufre más la vaca en el matadero o la gacela abatida a balazos, ni sobre la legalidad de la cacería de grandes mamíferos en África. Es más bien una cuestión de actitud, de moralidad, de percepción. Y es de doble vía, tanto del lado de los cazadores y quienes se dedican a la industria de la caza deportiva como de quienes la rechazan en diferentes grados.
Un ejemplo de los primeros son los mensajes en redes sociales de Sabrina Corgatelli, de Idaho, quien de acuerdo a Today de NBC ha salido en defensa de su hobby de cazar grandes animales tras el escándalo por la muerte del león Cecil. En su cuenta de Facebook, Corgatelli ha colocado sin empacho fotos de ella con sus presas –una jirafa, un cocodrilo, un ñu, un jabalí, un impala y varios más– e incluso ha citado allí versos bíblicos donde, según se lee, esa escritura concede al hombre como comida a toda cosa viviente que se mueva, además de las plantas, y le indica tomar sus armas e ir a cazarlas. Que eso aluda a las necesidades de sobreviviencia de la humanidad hace milenios y no a la presente industria de cacería deportiva no entra, al parecer, dentro del razonamiento de ese post. Y es dudoso que la dieta básica diaria de Corgatelli sea filete de jirafa o costilla de ñu.


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