lunes, 27 de mayo de 2013

Charles Henri Sanson

Historia
Charles Henri Sanson
Charles Henri Sanson era hijo, nieto y bisnieto de verdugos, más él, llegada su juventud tomó como oficio la milicia. Lógico es que su familia fuera repudiada, maldecida, tomada como un mal detestable aunque en cierta forma necesario. Más aunque fuera una tradición familiar su nefasta actividad, para ellos siempre fue un estigma duro de soportar. La discriminación de los vecinos y la pesadumbre y malhumor que llegaba a la familia tras cada ejecución, era algo muy difícil de sobrellevar. Por ello Sanson detestaba el oficio.
En cierta ocasión, corriendo el año de 1688, Sanson fue sorprendido por el maestro Jouënne en una vergonzosa actitud pecaminosa con la hija de este, Mademoiselle Margarita. Su coraje tomó enormes proporciones, porque aquél nefasto sujeto era el último que se le antojaría como esposo de su amada doncella. Más tuvo que acceder malhumorado a precipitar el matrimonio. Y como la afrenta era demasiado grave, el maestro exigió como condición que Sanson heredara la antiquísima profesión de verdugo en la ciudad de París. Fue así como nuestro personaje, adquirió sin desearlo mujer y nuevo oficio.
El trabajo, aunque detestable, era bien remunerado. Su sueldo provenía de una cuota que se le exigía “en género”, a los comerciantes, los campesinos y otros miembros de la sociedad.
Charles Sanson aprendió bien el oficio debido a su experiencia como militar. Era bastante diestro decapitando con la espada, pero también había adquirido una singular eficacia en la tarea de administrar las torturas y los suplicios
Sabía arrancarle el labio superior a los blasfemos, quemar a fuego lento a las meretrices, arrancar la lengua a los mentirosos, amputar las manos a los ladrones, fustigar a los pecadores, herrar como ganado a los desertores o flagelar a los menores de edad que habían incurrido en delito grave.
Semejantes medidas disciplinarias solían aplicarse en presencia del público. Y esto jamás logró agradarle. Cada vez que se requería de sus servicios, renegaba de la suerte que le había tocado. Estaba harto de los desprecios, de una sociedad que le maldecía a la vez que le exigía eficacia en su trabajo. Era una situación que cada vez le resultaba más insoportable.
Su primera responsabilidad como verdugo titular la cumplió a los 39 años, más exigió a las autoridades que se le tratara con dignidad. “Si los verdugos somos una vergüenza, no deberíamos de existir- reprochó a los mandatarios- Y si somos necesarios, que por favor se nos trate con el respeto de tales.”
El ser verdugo le permitió a Charles un buen cúmulo de riquezas, ya que cegó la vida a 2.918 personas. De ellas, 370 mujeres, como Maria Antonieta, mientras que 2.548 eran hombres, como Danton, Robespierre y Luis XVI.

Visitar: https://www.youtube.com/watch?v=LpAp4mV4QW4

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